El mes de octubre estuvo cargado de cosas maravillosas de esas que no sólo me gustan hacer sino también, de las más reconciliadoras con la vida y las esperanzas. Así fue el festival donde fui gentilmente invitada a narrar por la directora de Narración Oral del Teatro Solís en Montevideo, en su espectáculo Cuentos por la Paz.
Fue una maravillosa experiencia de donde me traje el corazón colmado, soy muy enfática en afirmar que la narración oral es un patrimonio intangible que tiene la humanidad, así que vine muy gratificada.
Tengo fotos hermosas que han sacado pero he querido dejar por acá la constancia de mi actuación:
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