Su estrategia eran cuatros estaciones en la plaza con libros: cuentos clásicos, vida cotidiana, brujas y magos y animales.
En las cuatro había niños que tomaban libros y luego, rotaban. Al finalizar el recorridos se contaba un cuento en cada estación.
Los padres también participaron, eso hizo realmente una fiesta de lectura. Veíamos a los niños tomar los libros, ojear, dejar o leer y muchos pequeños, pedían que les leyeran. El día se hizo a la lectura, la plaza llena de niños y libros, todos festejando el derecho de leer.
Como comentábamos con la compañera Mabel: si los libros están al alcance, los niños los toman. Una gran preocupación es: tienen suficientes libros a mano...Da para pensarlo.
Lo mejor de la tarde fue que pude narrar un cuento y escuchar a Mabel leer otro.
Lo más lindo:los estudiantes disfrazados de personajes famosos, los estudiantes de Educación Fisica y del IFD.
Todo organizado perfectamente: nadie quedó sin leer y nadie se fue sin la idea que leer también puede ser una fiesta.
Felicitaciones a Mabel y su movida por la lectura.
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